Este es un minuto capricho en homenaje a un autor que me dejó boquiabierto con su obra 'Ben Qutuz Brothers'. Un cómic en el que no hay absolutamente ningún diálogo y sin embargo numerosas conversaciones todas ellas en bocadillos gráficos, rompiendo toda barrera de idiomas y traducciones para contar con humor un tema bastante heavy.
En serio, si encontráis alguno a mano será una de las mejores inversiones hechas en vuestra vida. (Aquí en España se publicó en el primer número de la revista 'El Manglar')
Por supuesto que este minuto no le llega ni a la suela de los zapatos, pero marcó un antes y un después en mi forma de ver los cómics allá por 2007 y la trama de los sordomudos me parecía una excusa excelente para justificar ese estilo de narración dentro de Diario de un Bot/On.
Por otro lado. Venimos de minutos muy agitados o con mucha experimentación de planos y el cuerpo me pedía parar un poquito la acción y ofrecer sencillez visual para el descanso del lector, que en ocasiones es más que necesario por el bien del ritmo global de la obra.
Dedicado a Emile Bravo.
ResponderEliminarEste es un minuto capricho en homenaje a un autor que me dejó boquiabierto con su obra 'Ben Qutuz Brothers'. Un cómic en el que no hay absolutamente ningún diálogo y sin embargo numerosas conversaciones todas ellas en bocadillos gráficos, rompiendo toda barrera de idiomas y traducciones para contar con humor un tema bastante heavy.
En serio, si encontráis alguno a mano será una de las mejores inversiones hechas en vuestra vida. (Aquí en España se publicó en el primer número de la revista 'El Manglar')
Por supuesto que este minuto no le llega ni a la suela de los zapatos, pero marcó un antes y un después en mi forma de ver los cómics allá por 2007 y la trama de los sordomudos me parecía una excusa excelente para justificar ese estilo de narración dentro de Diario de un Bot/On.
Por otro lado. Venimos de minutos muy agitados o con mucha experimentación de planos y el cuerpo me pedía parar un poquito la acción y ofrecer sencillez visual para el descanso del lector, que en ocasiones es más que necesario por el bien del ritmo global de la obra.
Que lo disfruten